La hora azul
Como anuncié en la última reseña del blog, La isla de la mujer dormida, hoy le toca a La hora azul, una novela de Paula Hawkins publicada el pasado 30 de octubre de 2024 por Planeta. Es la primera novela que leo de la autora, y lo hago de la mano de la curiosidad que la campaña de lanzamiento despertó en mí. Basada en el éxito de ventas y crítica de su novela La chica del tren (2015), decidí no esperar más y conocerla de primera mano. Lo cierto es que también tenía ganas de reseñar una novela de este tipo, un tanto alejada de la línea habitual del blog (excepción hecha de las novelas de Pérez-Reverte) y disfrutar de una lectura donde la intriga, el misterio y lo incierto del desenlace jugasen un papel principal. ¿Lo logra La hora azul? Veamos.
¿Qué es la hora azul?
Además de una novela bien escrita de misterio, suspense, intriga o como se la quiera etiquetar, pues tiene un poco de todo, aunque soy amigo de demasiadas etiquetas, la hora azul es esa hora del día en la que la luz hace que las cosas puedan no ser lo que parecen, o sí. Esa es la clave de La hora azul, y está escondida en un lugar tan recóndito como su título. En Galicia es el momento del día denominado entre lusco e fusco. Ambientada en Escocia, en una isla de las denominadas mareales, o sea, aquellas cuyo acceso depende de las mareas, pues en pleamar las carreteras o caminos de acceso se encuentran sumergidos en el mar, ese momento del día, esa luz, cobra un marcado protagonismo, entre lo simbólico y lo real. Unido al aislamiento que supone que dos veces al día, durante aproximadamente cuatro horas, no se pueda entrar ni salir de ella, la autora consigue recrear un escenario inmejorable para sus propósitos. Tenemos, pues, un escenario, no continuo, pero sí principal, al que el aislamiento intermitente y la latitud, lo dotan de unas características únicas para lo que la autora nos quiere contar. La cosa pinta bien.
La hora azul en la hora azul (o viceversa)
Una artista ya fallecida y el escándalo inminente en torno a una de sus obras, al hallarse un hueso humano como parte de ella, parece que va a ser el hilo conductor de la novela, hasta que, poco a poco, el lector comprende que está en un error. La primera pregunta que me hago es si la autora logra crear en la novela esa luz de la hora azul, objetivo primordial una vez leída y madurada la novela. La respuesta es que sí y no. Puede parecer que es no decir nada, pero en el fondo no lo es. En cuanto al arranque de la narración, lo cierto es que, como acabo de decir, lo consigue con creces. Respecto al desarrollo de la trama y de los personajes, creo que difumina bien la personalidad de alguno de los principales, haciéndonos pensar que rostros y almas se corresponden con lo que no son, pero no evita, en mi opinión, que una sombra de sospecha recaiga sobre ellos desde el principio. Una segunda reflexión me lleva a pensar que tal vez sea eso lo que persigue Paula Hawkins y ese sea el efecto real de la luz azul, confundir sin terminar de lograrlo y dejar siempre una duda. Una especie de redundante dudar de lo que dudamos.
Después de la hora azul
Después de la hora azul, ¿qué? Lo que sucede a la hora azul es la oscuridad, la noche, la negritud que deja a cada uno a solas consigo mismo, alejado del público para el que cada día actúa. Es el momento en el que el telón cae alejando una platea siempre escrutadora. Es el momento del destino, de la verdad cruda, sin condimentos ni guarnición. Es después de la hora azul cuando los sentimientos y las emociones desnudas quedan a la vista. El egoísmo, el abandono como drama vital y la candidez, por qué no, asoman en esta novela disfrazados de lo que no son. En mi interpretación de la novela, esta se desarrolla en esa luz azul tan presente en toda ella, todo transcurre en el claroscuro de la ambigüedad, de la duda, de la sensación de que no termina nunca de definirse mientras se encamina a un final inevitable sobre el que el lector comienza a tener ideas propias desde mediada la historia. ¿Es La hora azul una novela negra? Tampoco sé responder a eso. Solo sé que al final la noche cae sobre la historia, llena de historias menores, llenas a su vez de recovecos, (alguno confieso que poco creíble), sobre los personajes y sobre la verdad. Estoy tentado de reproducir algo que he leído en una entrevista a la autora sobre los finales de sus novelas, pero me voy a aguantar las ganas. De hecho, la he leído una vez terminada la novela y lo agradezco. Mejor llegar virgen a su lectura.
Conclusión a la hora azul
Mi conclusión sobre La hora azul no es una conclusión en la hora azul. Es una conclusión a pleno sol, con luz y taquígrafos. Alejada de lo que en los últimos tiempos vengo leyendo y reseñando, La hora azul me ha conquistado por varios motivos. Por un lado, reconcilia al género con la narración tranquila y sin vísceras. Nada sucede de manera atropellada y en ningún momento el lector siente que esté entrando en un matadero. Mientras esto sucede, el hecho de que la autora intercale diferentes escenarios temporales, pasado, presente, punto de vista un personaje u otro con extractos del diario de una protagonista que ya nace muerte a la novela, pero que al mismo tiempo siempre está presente en un segundo plano, dota a la narración de un ritmo que la singulariza. Salvando todas las distancias que haya que salvar, un regustillo a las novelas de Agatha Christie se filtra por esta novela. En definitiva, si quieres pasar un buen rato, disfrutar de una prosa sencilla, pero cortada a medida de la historia y tratar de averiguar lo que va a ocurrir, esta novela es para ti.
Próximamente
La última función, otra novedad editorial de un histórico. Un histórico con quien tengo una deuda que algún día saldaré. Hace muchos años no fui capaz de leer la que es su novela más celebrada, Juegos de la edad tardía. Probablemente, no era mi momento, pero lo cierto es que es algo que tengo orbitando en mi cabeza desde entonces. Dicho lo cual, yo también me pregunto: ¿por qué no reseño Juegos de la edad tardía? Soy un ser contradictorio, lo siento. Ahora no me apetece meterme en esa novela, supongo que sigue sin ser mi momento, pero prometo hacerlo en esta vida. Se me van acumulando las promesas en el blog. La primera en la lista sigue siendo Tu rostro mañana de Javier Marías. Trilogía. Antes de la primavera me he prometido a mí mismo tenerla lista. Bueno, no desvarío más. Lo dicho, nos vemos en breve en La última función de Luis Landero.