Una tormenta perfecta, climatológica, por un lado, y de desvergüenza política, por otro, ha descargado sin piedad sobre los sufridos valencianos.
Hay muchas maneras de sobrevivir, pero solo una de vivir: la disidencia
Una tormenta perfecta, climatológica, por un lado, y de desvergüenza política, por otro, ha descargado sin piedad sobre los sufridos valencianos.